Expedición en kayak a la Cordillera Darwin

08/08/2008

En el mes de abril del presente año, durante veinte días un grupo conformado por 4 kayakistas: Daniel Urriza, Diego Campana, Vicente Corradini y Juan Pablo Terrado (también montañistas estos dos últimos) realizaron una expedición en kayak a la Cordillera Darwin, en territorio chileno. Fueron acompañados en la travesía por la embarcación Ovirí, al mando del capitán Roberto Roca.

La Cordillera Darwin se extiende en el sector  sudoccidental  de Tierra del Fuego,  íntegramente en territorio Chileno. Es la continuación del macizo andino en la Isla Grande y está cubierta en su totalidad por un campo de hielo, del que se elevan las montañas más altas de Tierra del Fuego. Por los valles que forman dichos macizos se escapan los glaciares que, o bien llegan al mar o se asoman sobre las costas acantiladas marítimas. La zona ha estado cerrada a la navegación y/o exploración hasta el año 2003. Luego se ha permitido  el acceso, con reservas, o sea con permiso especial otorgado por el Gobierno Chileno. La mayoría de las cumbres y algunos glaciares no han sido escalados, inclusive algunos ni siquiera tienen nombre.

El grupo eligió el mes de abril, ya que en los mares del sur los vientos suelen disminuir en frecuencia e intensidad, según se acerca el invierno. La consideraron también una época ideal, dado que todavía hay suficientes horas de luz para remar 7 u 8 horas diarias,  siendo el viento de menor intensidad que en otros meses. En la Cordillera  Darwin el viento sopla fuerte constantemente, llueve o nieva todos los días, y posee condiciones de congelamiento constantes.

De acuerdo a la exigencia de los trámites migratorios debieron partir desde Puerto Williams y regresar a la misma localidad. Por lo tanto, la expedición empezó y terminó en Puerto Navarino, navegando íntegramente en territorio chileno.

Los protagonistas de esta aventura expresaron su satisfacción por la exitosa travesía realizada, sobre todo por el disfrute del espectacular paisaje de la zona, así como por la majestuosidad de los numerosos glaciares existentes; si bien durante algunos días tuvieron que adecuarse a navegar en las condiciones climáticas más adversas y acampar en lugares sumamente inhóspitos y anegados.

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