21/08/2014
En todos los países en donde se practica el esquí de fondo, existe una competencia tradicional, propia y con marcado arraigo, que hace enaltecer el calendario invernal. En la provincia más austral del mundo, ese lugar lo ocupa la Marchablanca.
El pasado domingo 17 de agosto, cercanas las 11:30 hs de la mañana en las inmediaciones del Centro Invernal Tierra Mayor, se alzaban los bastones de los participantes para dar comienzo a esta fiesta inclusiva donde se sumaron personas de todas las edades y los chicos del Centro de Actividades Alternativas para Discapacitados -CAAD- que engrandecieron el encuentro.
La edición n°28 de la Marchablanca se corrió sobre la Pista Provincial de Esquí de Fondo (PIPEF) que recorre la puerta de los centros invernales Tierra Mayor, Llanos del Castor, Ushuaia Blanca-Las Cotorras, y el Centro de esquí Alpino Cerro Castor. Dicha pista es única por sus particularidades en el país, ya que atraviesa turberas y ríos, sin limitación alguna, brindando la posibilidad de disfrutar la práctica del deporte en pistas cubiertas por un impactante manto blanco que se contrasta con un infinito bosque centenario.
Este año, la marcha se corrió en tres distancias: 21km (elite, clásico), 10km (promocional, clásico) y 3km (niños y atletas con discapacidad); donde más de 450 competidores se animaron a atravesar la pista establecida. Los ganadores del circuito más extenso fueron Carlos Lannes y Constanza Viaña, quienes lograron la primera edición de la Copa Challengher donada por Luis Argel -competidor que fue reconocido con una placa por la Gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos, por ser el que más ediciones de la Marchablanca ha ganado hasta la actualidad- y que contendrá los nombres de los próximos ganadores.
El verdadero sentido del encuentro es netamente participativo y popular, su espíritu de fiesta consiste en que grandes y chicos mantengan vivo el esquí de fondo y disfrutar de una actividad que se practica desde hace mucho tiempo en varios rincones del mundo. Una regla que impulsaron los organizadores es que los participantes se disfracen; este año se hicieron presentes presos, un escocés, payasos, personajes de Disney y películas en general, pueblos originarios como los Selk'nam, entre otros.
La principal atracción del evento fue la motivación, el entusiasmo y la pasión por el esquí de fondo como disfrute, trascendiendo la competencia en sí. Estamos hablando de un encuentro que imprime tradición en cada detalle del armado, en cada acción planificada por los organizadores, dando como resultado una leyenda que año tras año se transcribe en la memoria de los habitantes de Tierra del Fuego y los visitantes internacionales que con ansias se preparan para buscar ese sentimiento.